Debido al confinamiento por el coronavirus, no solo ha cambiado nuestra rutina, también la de nuestros amigos peludos. Gestionar de forma adecuada la actividad del perro en momentos como este, tiene mucho que ver con manejar la situación de manera amable y sin estrés para el animal.
Así lo explica la especialista en etología y comportamiento animal Eider Fernández, en una Master Class del Instituto Superior de Estudios (ISED). En su ponencia, la etóloga ofrece diferentes consejos para evitar que el confinamiento afecte al perro y, también, para ayudarnos retomar progresivamente la rutina cuando todo vuelva a la normalidad.
¿Puede afectar a mi perro que estemos todo el tiempo en casa?
Nuestra permanencia en casa redunda en una mayor actividad en el entorno hogareño, esto genera mayor activación y menor tiempo de descanso para nuestra mascota, lo que puede producirle tensión y elevar su nivel de estrés.
Asimismo, ante la posibilidad de que el perro experimente ansiedad por separación cuando finalice el confinamiento, Fernández advierte que el exceso de actividad hace que el animal genere más adrenalina, lo que puede ocasionarle problemas de dependencia. Ante esto, aconseja promover y respetar los tiempos de descanso, de ser posible, en un lugar tranquilo de la casa.
“Tranquilidad no es aburrimiento, actividad no es felicidad”, destaca.
¿Cómo deben ser los juegos con el perro durante el confinamiento?
Realizar actividades con un grado de activación bajo e ir disminuyendo progresivamente la intensidad del juego, contribuirá a que el perro esté más relajado al terminar. Para lograrlo, la etóloga recomienda finalizar los tiempos de juego con actividades que obliguen al perro a concentrase, como las que implican el olfato y la masticación (por ejemplo, esconder algún comestible en alfombras olfativas u ofrecerle nervios de toro para masticar).
Los juguetes interactivos, como los Kong, también pueden ser muy útiles, siempre y cuando sea un reto asumible para el perro (que pueda extraer toda la comida), para que no le genere estrés ni frustración. Igualmente, hay que tomar en cuenta esta ingesta de alimentos extra y espaciar o reducir la dieta en el comedero.
Fernández desaconseja el uso de juguetes que generen mucho movimiento, como los lanza pelotas, ya que producen demasiada activación en el perro.
Los paseos y los estímulos olfativos
Las restricciones que deben aplicarse a los paseos hacen que los canes tengan menos estimulación, que disminuya su ejercicio mental y que no socialicen con otros perros.
Por estos motivos, la especialista recomienda transmitir tranquilidad al animal cuando lo saquemos a la calle y parar para que pueda olfatear todo lo que rodea la casa: el felpudo, el descansillo, el portal… hasta salir a la calle.
Es importante darle tiempo al cánido de oler las marcas olfativas de otros perros (el pis), especialmente para promover que se relacione mediante el olfato, de esta manera, cuando todo vuelva a la normalidad, los encuentros con otros perros no partirán de cero y serán menos violentos.
Volver a la normalidad de forma progresiva
- Una vez que se levante el confinamiento, se deben evitar las entradas y salidas frecuentes de casa.
- Lo recomendable es salir tiempos breves e ir aumentando progresivamente la duración de nuestra ausencia, para que el perro se vaya acostumbrando.
- Es aconsejable aplicar relajación previa antes de nuestra salida y tras nuestro regreso a casa.
Fuente:
Master Class del Instituto Superior de Estudios (ISED), dictada por Eider Fernández Cerrato, bióloga, especialista en etología y comportamiento animal, y educadora canina. Profesora de los cursos de adiestramiento canino profesional del ISED.
Imagen: Foto de Tecnología creado por pressfoto – www.freepik.es
Comentarios recientes